lunes, 26 de septiembre de 2011

Giordanelli

Estilo: Cocina italiana tradicional
Sabor: 8
Presentación: 8
Servicio: 8.5
Ambiente: 7
Precios fuertes: $18.000 - $35.000
Dirección: Av. 116 # 15B-17

Giordanelli nos recibe con una vitrina llena de diferentes productos para la venta al público, no todos italianos por cierto, de distintas marcas; una vez avanzamos hacia el fondo, a mano izquierda observamos la cocina con su horno de leña, lo cual nos da una buena primera impresión del sitio, y genera buenas expectativas; a mano derecha se encuentra el salón comedor, su estilo se podría catalogar como clásico contemporáneo, la decoración es genérica, no tiene detalles vistosos, las mesas, un poco congestionadas una tras otra y la música instrumental adulto contemporáneo con saxofón de fondo no refleja el ambiente italiano. Los meseros se acercaron rápidamente y nos dieron la carta. Nos sorprende el anuncio que trae en primera página con un reconocido mérito, por ser uno de los dos restaurantes en Bogotá que conserva la tradición culinaria italiana (emitido por la Cámara de Comercio Italiana para Colombia."marchio Ospitalitá Italiana 2010 Ristorante Italiani nel Mondo") Mientras miramos las opciones, nos traen un pan elaborado en casa que agradecemos al tocar y sentir su calor; también nos agradó encontrar algunos trozos de tomate seco en su interior, no tanto nos gustó al pasarlo pues lo encontramos un poco seco, pero mejoró un poco con el aceite de oliva y hierbas al untarlo. Nos hubiera gustado un poco de balsámico. Al avanzar en el recorrido de las secciones de la carta encontramos variedad de pescados, mariscos, carnes,pastas, ensaladas, sopas y postres, manteniendo una línea clásica dentro del estilo italiano, con algunas pizzas que no nos parecieron tan italianas como la hawaiana y la de pollo y champiñon. Ordenamos una pizza del huerto y una lasagna clásica. La comida llego más bien rápido. La pizza personal, bastante generosa de tamaño e ingredientes, ni muy gruesa, ni muy delgada; no estaba quemada, tenía hojas de rúcula fresca, el queso estiraba bastante bien y el resto de ingredientes complementaban su buen sabor, incluyendo la salsa César la cual podía ser riesgosa en la mezcla combinada con la base de tomate, pero resultó interesante. El sabor ahumado de la leña no se notaba tanto. La lasagna estaba suave de textura, no estaba seca, faltó un poco más de intensidad en el sabor de su salsa. De pronto, el plato daba la apariencia de estar sucio en los bordes por su ingreso al horno de leña y el perejil espolvoreado en el mismo sobraba. Luego del fuerte, ordenamos un cheese cake de nutella y frutos rojos. La presentación era agradable a la vista, la copa de frutos rojos y crema pastelera muy fría nos agradó y se vio como una opción diferente para presentar la salsa del postre y refrescaba el paladar después de pasar un trozo del cheese cake. El cheese cake nos pareció un poco seco, daba la impresión de no estar tan fresco, como si hubiera estado guardado en nevera mucho tiempo y creemos que podría ser menos dulce. Cuando llegó la cuenta, no tuvimos que romper el marranito de los ahorros de la vida, lo cual agradecemos al igual que la generosidad de sus porciones. En general salimos satisfechos. Una buena opción para compartir una pizza, con ambiente familiar!!!

Actualización: En una ida posterior, encontramos la misma generosidad de ingredientes pero un poco aguados algunos de los mismos en la pizza y exceso de grasa en los quesos para gratinar.

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