martes, 4 de octubre de 2011

Santa Costilla


Estilo: BBQ
Ambiente: 8
Servicio: 8
Presentación: 8
Sabor: 8.5
Relación calidad - precio: 8.5
Precios fuertes: $20.000 - $26.000
Dirección: Cr 6A #119B-68


Estaba en deuda con la visita de este restaurante, del cual había escuchado algunos comentarios favorables. Situado en Usaquén, de su nombre se intuye que su especialidad son las costillas de cerdo (baby ribs), con lo cual enseguida pensamos en su competencia más directa, (Mr. Ribs), del cual hablaremos en otra oportunidad. Cuando vamos a comer costillitas, pensamos en la ternura de su carne y el sabor a brasa o BBQ. Lo primero que se observa al llegar es su fachada con troncos de madera cubiertos con vidrio traslúcido, lo cual le da un toque decorativo diferente a cualquier restaurante; una vez se ingresa al local, se observa un pasillo profundo y angosto con mesas a un costado. la mesa, no es cualquier mesa, puesto que simula una parrilla al carbón con vidrio en su superficie; por fortuna no la prenden de verdad!!!. El ambiente es agradable, los materiales modernos, la carta bastante sencilla y concisa, con el atractivo central de las costillas con tres tipos de salsa BBQ. Dan opción de dos acompañamientos, uno de verdura fría verde o con repollo agridulce y papa o yuca en distintas presentaciones, lo cual parece acertado por equilibrar harinas y verduras dentro del plato. La selección fue costilla con BBQ de piña y chile con ensalada verde y papa al horno con sour cream, de tomar una limonada natural. No nos trajeron pan ni nada parecido antes del fuerte. Afortunadamente el servicio fue bastante rápido, la porción de costilla era buena (9 costillitas pequeñas), la carne se desprendía del hueso con facilidad, la salsa con un leve picante estaba agradable y se veían algunos trocitos de piña, la ensalada muy simple con lechuga y tomate, bien pequeña, la papa al horno pequeña también con sour cream coronando y unos trocitos miniatura arranca muelas que supongo eran chicharrón. En términos generales, las cantidades estaban bien para el tamaño del plato que era rectangular más bien pequeño en cerámica blanca. Todo se sentía fresco en general. El tamaño de la limonada era generoso, no excedía en azúcar y tampoco era un agua rendida con limón, su temperatura estaba fría. Existen un par de opciones más para aquellos que no quieran costillas; pueden pedir un pollo BBQ, baby beef o churrasco. Cabe destacar el horno especial con múltiples quemadores a gas que tienen para cocinar las costillas, el cual prenden a fuego alto por un par de horas y luego apagan para ingresar las costillas en una cocción lenta de 5 horas, con lo cual logramos esa terneza que es la clave del éxito en las costillas, esto también hace que el plato esté rápidamente, pues sólo basta con colocarlas luego en la parrilla al carbón para calentarlas y bañarlas con la salsa. Los postres no son el fuerte del lugar, pues no tienen mayor despliegue así que no me animé a pedir uno y no puedo dar fe de su calidad. En términos generales es un buen lugar para degustar unas costillitas bien tiernas. Apreciaría algo para picar de cortesía después de ordenar los platos, unos guantes para facilitar el manejo de las costillas y porciones un poquito más grandes en los acompañamientos. Sugiero ampliar un poco la carta incluyendo los postres. Los precios bien razonables y justos; bastante mejores que los de Mr. Ribs. Un poco azorante las mesas del primer piso pues dan a la calle y cuando está lleno la gente hace fila dentro del local, entonces uno se siente vigilado y acosado un poco por los impacientes comensales que quieren sentarse y devorar sus costillas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario