martes, 18 de octubre de 2011

El Arabe


Estilo: Arabe
Ambiente: 8
Servicio: 9
Presentación: 8
Sabor: 7.5
Precios fuertes: $20.000 - $65.000
Dirección: Cll 69 # 6-41

En esta oportunidad probamos los sabores del Medio Oriente. Nos encontramos por segunda vez en el restaurante El Arabe, situado en la zona G, cuya sede principal queda en la ciudad de Barranquilla. Parece que el restaurante ha tenido buena acogida, ya que tres meses después de haber asistido en los días de inauguración, sigue con bastante afluencia de público. Por fortuna encontramos una mesa libre!!!.
La atención fue un poquito demorada, asumo que debido a la cantidad de gente sentada en las mesas. El pan árabe de cortesía, se vio disminuido en cantidad respecto a la primera visita, y su dip fue cambiado por una bola de yoghurt cremoso con consistencia de queso crema y un picadillo de aceitunas. Sugerimos colocar más pan; la cantidad de dip está bien. De entrada se ordenaron unas sopas de lentejas con espinacas y cilantro. las sopas más bien pequeñas, tenían buen sabor y una consistencia líquida. Para el fuerte ordenamos el clásico plato mixto que traía unos rollitos de parra, rollitos de repollo, unos mini kibbes, arroz con almendras y taboule. De sabor todo estaba agradable, en especial el rollito de repollo relleno. Los indios se sentían un poco secos. El otro plato escogido fue un bife chorizo al carbón, ya que los árabes son especialistas en carnes al carbón. Los acompañamientos estaban buenos (papas a la francesa y una ensalada fresca con una vinagreta miel mostaza). El trozo de bife tenía el corte del clásico chicharrón servido en la afamada bandeja paisa. El sabor a carbón no era tan notorio como la primera vez y la sorpresa no grata fue cuando lo mordimos, ya que presentaba una excesiva fibrosidad y lo hacía bastante torturoso para masticar y pasar. Asumo que fue una mala jugada en el corte de la carne, ya que el término de la carne era correcto. Debido a este inconveniente, se realizó el respectivo reclamo y el plato fue cambiado por unas brochetas de lomo acompañadas con taboule y hummus. Cabe resaltar la buena actitud que tuvo el maitre a la hora de hacer el cambio de plato. También se ordenó una adición de pan árabe con tahine el cual estaba bien aunque le faltaba el sabor más acentuado de la pasta de ajonjolí. Para tomar pedimos agua con un tratamiento especial que pasa por un proceso de purificación a través de una máquina. También ordenamos una limonada con hierbabuena, la cual estaba muy equilibrada. En cuanto al ambiente del sitio, se puede sentir que la cantidad de mesas es excesiva para el espacio, lo que da una sensación de congestión un poco abrumadora; el estilo del restaurante es mas bien moderno con algunas escrituras árabes en sus paredes. Predomina el color crema y los marrones oscuros. El rango de precios es grande y los precios en general son un poco altos, encontramos platos fuertes desde los $20.000 hasta $40.000 en la sección de pescados a excepción de cordero que es traído de Nueva Zelanda y cuesta $63.000. El precio de la adición de tahine y pan nos pareció bastante elevado ($16.000)
En términos generales pasa la prueba el restaurante. Esperamos que el problema del bife chorizo haya sido un caso fortuito y lo corrijan para que cada vez se parezca menos a la textura de un chicharrón.
Actualización 2014: Una nueva visita para descubrir que los sabores han aflojado un poco, resalto la canasta de panes variados de cortesía por su variedad y exclusividad. Una brocheta del común sin mayor atractivo en su sabor y acompañamientos.

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