lunes, 18 de enero de 2016

Bravo!

Estilo: Internacional (ya no existe)
Sabor: 7
Servicio: 7
Ambiente: 8
Presentación: 7
Rango fuertes: $30.000 - $50.000
Dirección:  Cll 86A #13A- 30


Después de haber escuchado a Julito hacerle tremenda publicidad en la W, decidimos darle un vistazo a este nuevo sitio, al parecer propiedad de Nicolás de Zubiria (juez Master chef). El local queda sobre la calle 86A. Nos tocó en la terraza exterior en toda una esquina. Había un detalle desagradable fuera del restaurante, sobre el separador de la calle, mucha basura regada, seguramente por personas recicladoras, ya que las materas de la terraza no alcanzaban a cubrir el panorama de la calle completamente.  La decoración del sitio, es agradable en general. La carta tiene una sección de arroces tipo paella valenciana. Este tipo de paella se caracteriza por tener una capa muy delgada de arroz con pega en la base. La paella valenciana no es mi favorita, ya que tiene muy poquito arroz y le toca a uno rasparlo del recipiente. Los arroces son recomendados para dos personas. El tiempo de espera tiende a ser algo prolongado. El pan de cortesía estaba rico y era tipo pan plano como los que hacen en medio oriente o de la india y tenía sabor a leña. La presentación de la paella tenía buena pinta, el sabor del arroz estaba muy agradable y su textura no era excesivamente seca. La cantidad, visualmente generosa, en realidad un poco justa por la poca cantidad de arroz. Las carnes y mariscos algo restringidos, solo dos mejillones pequeños de los negros (por lo menos deberían poner 4) y dos langostinos, otro contra fue un pedazo de cerdo con excesiva grasa o el popular gordo que constituía la mitad de la pieza. Buen detalle, las mayonesas de diferentes sabores que colocaron para ponerle al arroz, chipotle y otro par.  La decepción me la llevé con el otro plato, las costillas glaseadas con tamarindo y papas fritas. Este plato, de corte gringo sureño, no empezó bien desde su presentación; las papas regadas encima de las costillas, cubriendo al protagonista casi por completo. El sabor de las papas era el típico sabor desabrido de las papas gringas. La salsa acompañante BBQ servida en un pequeño tazón era totalmente aguada, casi como si diluyeran medio vaso de agua en una cucharada de salsa BBQ, La salsa debe ser espesa por favor. Las costillas no estaban duras pero tampoco tenían la terneza suficiente. Definitivamente la carne no se desprendía del hueso que es lo deseable al comer costillas y tocaba hacer algo de fuerza con los dientes para desprender un pedazo. También se notaban algo pasadas de quemadas en algunos puntos, lo que transmitía un sabor amargo quizá por del mismo glaseado y por último, eran tres piezas, todas desiguales con un 70% de hueso. Les recomiendo usar baby ribs y aplicar cocción ultralenta. El sabor del tamarindo en la salsa estaba algo perdido, a lo mejor por la reducción con agua de la salsa. Definitivamente hay mejores sitios para comer costillas BBQ. Manifestamos la inconformidad al mesero, sin embargo nunca se acercó el chef ni nos dieron ninguna compensación. La relación costo beneficio se queda corta. Creo que podrían enfocarme solo en los arroces que tienen una buena base y descartar los platos con estilo gringo. No me animé a probar los postres después del aburrimiento de las costillas. Salí algo Bravo! del local.

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