Sabor: 8
Ambiente: 7.5
Servicio: 8
Precios fuertes: $25.000 - $40.000
Dirección: Calle 93b # 11A - 26
Una nueva alianza entre el magnate restaurantero Leo Katz y Gastón acuario, para traer este concepto peruano relajado si se puede decir, algo informal. Con un ambiente playero, ubicado sobre el parque de la 93, un ambiente ruidos, estrecho, colorido, conn mesas altas de madera y asientos con espaldar de fique ( las sillas son incómodas). La carta variada, ceviches tirados, sopas, platos con toque chivas y nikkei. Los meseros muy atentos, pendientes. Probamos un tiradero, muy bueno, la presentación muy buena, tamaño también. Uso de mojarra prolífico. De los tres fuertes nos gustaron dos. Un chupe con pescado, asumo que también tenía mojarra y la pasta nikkei con pescado (Mojarra?). No hay variedad de pescados, aunque aquí en Bogotá es complicado encontrar buen pescado fresco, por lo cual a veces es mejor manejar poca variedad sin sacrificar calidad. El arroz chaufa aunque muy abundante, estaba algo duro, parecía arroz parborizado con un sabor pasmado, seco y faltó a mi punto de vista cocción. Coronado con una tortilla de huevo con camarones. En términos generales, los sabores son interesantes.La sazón se siente original y bien logrados los sabores. La vajilla es peltre de colores alegres. No es el sitio más cómodo eso sí. Actualización marzo 2019: Una nueva visita a la nueva sede de la 109 me deja con mejor sensación de satisfacción que la primera vez. Pedí el cau cau de mejillones (6 mejillones pequeños negros), el cual traía además almejas, tres camarones pequeños, papa arveja y maíz. La falla de este plato estuvo en las almejas principalmente, las cuales estaban cauchudas y los granos de maíz duros, adicionalmente la porción era más bien pequeña. También notamos que el arroz que acompañaba el lomo saltado le faltaba cocción. Cabe destacar la salsa del lomo saltado que tenía buen sabor. También falta ofrecer alguna cortesía para el nivel de precios del restaurante.
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