miércoles, 29 de agosto de 2012

TEO ESTIATORIO

Estilo: Griego
Sabor: 7
Servicio: 8 (por la demora)
Presentación: 7.5
Ambiente: 9
Rango precios fuertes: $10000 - $30000
Dirección: Av. 19 # 114 - 06


Llega este sitio nuevo con una propuesta concreta que no se encontraba en Bogotá, de pronto con bastantes similitudes de algunos restaurantes árabes y mediterráneos, ya que comparten bastantes elementos. Ubicado en el hotel Morrison 114, con entrada por la entrada principal del hotel o por un costado, Teo nos presenta un jardín vertical interno y un salón adicional más pequeño con un ambiente diferente.  El mesero muy atento, nos recomendó pedir una entrada que le da la opción a un grupo de probar variedad de bocados (cinco) para ser más exactos. Ordenamos el pulpo a la brasa, el calamar relleno de queso, el pastel con queso y espinaca, las albondigitas y las berenjenas apanadas. Todo esto acompañado con algunos panes pita y aderezos como la papa rallada con ajo y el yogurth con ajo.
El calamar muy bueno, especiado y acidificado con el queso feta derretido en su interior. El pulpo bueno, pero he probado mejores con más sabor parrillero y más tiernos; el pastel hojaldrado de espinaca y pecorino estaba bien, la textura del tempura bien aireado, pero se sentía un leve sabor a grasa, las albóndigas un poco tiesas y flojas de sabor. Faltó color en el plato, todos los tonos eran muy planos.
De fuertes ordenamos una pasta con siete vegetales, la famosísima mousaka, emblema de Grecia, una cazuela de pasta corta con trozos de res y una sopa de tomate y algo de res mechada. Realmente ninguno de los platos sorprendió por sus sabores particulares, ya que notamos un factor en común, les faltaba fuerza. Por ejemplo, el tomate de la sopa se diluía, el sabor de la mousaka terminaba aburriendo y siendo denso y la salsa bechamel, muy espesa y monótona. Eso sí, el molde de lasaña estaba muy bien armado. La pasta no estaba mal pero no era algo que uno dijera, esto nunca lo he probado. El mesero excelente, muy amable, los precios más bien económicos. El servicio, un poco demorado. Los postres pasan la prueba; de nuevo el baklava como en Gyros y Beirut, con un buen relleno de pistachos y nueces y un yogurth griego super cremoso con nueces y miel, bueno. Como souvenir recibimos un tarrito diminuto con aceite de oliva aromatizado, un pequeño detalle que agradecemos. Creo que en términos generales es un sitio agradable, pero se queda corto en algunos puntos.



1 comentario:

  1. Para criticar una comida o dar concepto de ella no basta con solo probar un plato, trasciende mas allá de la percepción organoleptica y el conocimiento básico. Hace falta ademas, una buena redacción, para no dar opiniones vagas.

    Att: Comensal Teo Estiatorio.

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