miércoles, 5 de septiembre de 2012

EMILIA ROMAGNA

Estilo: Italiana regional
Sabor: 8.5
Presentación: 8
Ambiente: 9
Servicio: 9
Precios fuertes: $25000 - $45000
Dirección: Cll 69a # 5-32


Emilia Romagna es una región nororiental de Italia que se distingue por la producción de excelentes pastas frescas al huevo, el mejor balsámico de Modena, el parmigiano reggiano y el prosciutto di Parma. En el restaurante, trataron de recrear algunas recetas famosas y de proponer muchas que no son del común en los restaurantes italianos a los que estamos acostumbrados en Bogotá, que yo diría que han sido colombianizados.  Los sabores que probamos en este sitio, no los probamos en otro restaurante italiano en Bogotá. Nos reciben con un pan y la clásica mezcla de aceite de oliva y balsámico, con la diferencia que este es un excelente aceite y un balsámico concentrado y dulce. El pan no viene caliente, lo cual sería un plus. De entrada para compartir ordenamos unos garbanzos fritos con cebolla, perejil y ralladura de naranja. Los garbanzos, super crujientes y aireados como palomitas de maíz con los aliños por encima, sabrosos aunque recomiendo compartirlo, de lo contrario pueden ser monótonos y algo secos, quizá le falta un toque ácido. De fuerte ordenamos un risoto de espárragos y unos ñoquis con costilla mechada braseada y su salsa. Algo que no se puede negar es la personalidad y carácter de las salsas, que en el caso de los ñoquis, invadían con su aroma a vino y mucho sabor, notándose un trabajo ejemplar en la ejecución de la salsa. Quizá el único problema es que los ñoquis tienden a ponerse cauchudos y tienen un punto muy exigente en cuanto a su preparación, punto de cocción y proporción de ingredientes, en este caso se alcanzaba a notar algo elástico y quizá eran demasiados en cantidad. El risoto estaba en buen punto, con un sabor más suave y los espárragos perfectamente cocidos y al dente. Algo que me sucede con los risotos es que me cansan si no están combinados con algo más; yo realmente los prefiero como acompañamiento y no como fuerte, ya que es bastante harina y un alto contenido graso. La porción bastante generosa. Una recomendación, combinar bien la elección de entradas, fuertes y postres, para evitar el exceso de harinas que en nuestro caso particular se vio muy notorio, si tenemos en cuenta el pan de cortesía, los garbanzos de la entrada, los ñoquis y el arroz del risoto. Finalmente terminamos dejando un poco del plato fuerte. Para cerrar y cortar sabores, ordenamos un postre que consistía en una torre de manzanas cocidas sobre una base de almendras, acompañadas de una bola de helado de yogur y una salsa roja donde predominaba la cereza. El postre estaba ok, sin ser algo espectacular; nos hubiera gustado que las manzanas estuvieran calientes para contrastar con el frío del helado. Recomiendo compartir las entradas e incluso si no hay mucha hambre los fuertes. Los precios son tan generosos como el tamaño de los platos, siendo este un sitio de precios altos, ya que el precio de la carta no incluye el IVA. Encontramos tres ambientes para elegir, una terraza interna cubierta, que es donde come la mayoría de la gente, un lounge interno con sofás y una terraza exterior con calentadores, siendo un sitio bastante grande.  Si se hacen las combinaciones adecuadas teniendo en cuenta la recomendación de la mesura en las harinas, puede resultar una experiencia muy agradable y diferente al común de los restaurantes italianos de la ciudad.



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