lunes, 27 de mayo de 2013

P.F Chang's

Estilo: China casual
Sabor: 8
Servicio: 9.5
Ambiente: 7
Precio fuertes: $30.000 - $45.000
Dirección: Cr 9 # 82-19

La nueva sensación de la cocina china llega a Colombia con mucha fuerza. Se trata de la cadena gigante de bistros chinos cuya sede principal reside en USA. Una alianza entre un afamado chef gringo Paul Fleming y un cocinero de origen chino Philip Chiang. Con una inversión enorme y una infraestructura gigante, este local, ubicado sobre la carrera novena con calle 82, no pasa desapercibido con sus dos enormes figuras de caballos terracotas a la entrada y sus tres pisos. El olor, llega hasta afuera, donde la fila de comensales gomosos por la novelería hacen una larga fila a pesar del frío. Pasados 3/4 de hora de espera, nos asignan una mesa en el segundo piso. La carta, más bien amplia, sin ser gigantesca como acostumbran los restaurantes chinos tradicionales, presenta opciones para todos los gustos, incluidos los vegetarianos y alérgicos al gluten. Notamos una gran cantidad de platos con el pollo como ingrediente principal. El mesero muy amable y muy bien entrenado, tenía buen dominio de la carta y explicaba todo con convicción. Nos recomendó de entrada los wraps de lechuga con pollo picado. También nos trajo una serie de salsas y aderezos que llamaron mucho mi atención y me parecieron una novedad y un punto a favor, varios recipientes con vinagre blanco, aceite de chile, salsa soya, puré de chile y una mostaza tipo wasabi, elementos para jugar con la comida y realzar o atenuar sabores. Los wraps bastante didácticos para armarlos al gusto y muy refrescantes por la lechuga. De fuertes pedimos un róbalo agridulce y un arroz frito con tiritas de cerdo, además de un acompañamiento, una porción de espárragos bañado en salsa de ostras. Todas las porciones generosas, al igual que los precios, pero si miramos la cantidad, no es desproporcionado. El sabor del pescado bañado en su salsa agridulce, espectacular, quizá la textura del leve apanado nos hubiera gustado algo más crujiente, pero a pesar de estar algo blando no era desagradable. El sabor del arroz, muy equilibrado y de nuevo, creo que la textura estaba un poco húmeda, nos hubiera gustado un poco más frito para hacer honor a su nombre, quizá un poco más de cerdo. Los espárragos, muy bien de textura y sabor, pero pasados de sal, quizá por la salsa de ostras, a un punto que se hacían difíciles de comer. De beber, unas limonadas con hierbabuena y jengibre, que brillaban por su ausencia de estos dos elementos. Para terminar un postre bastante grande y sabroso, masa de wonton frita rellena de manzana y helado de vainilla, alcanzó para tres personas perfectamente. En términos generales, el sabor es un gran acierto, algo que nunca antes se había logrado aquí en Colombia, el sabor chino occidentalizado tipo americano de calidad en Colombia. Algunos detalles por corregir en ciertos platos; el servicio rápido y bueno, si se descuenta la espera de la mesa. Los precios están al mismo nivel de USA, incluso algunos más económicos en USA. De pronto extrañamos la porción de arroz blanco o integral que vienen como acompañamiento incluido de los platos fuertes, aunque en nuestro caso no fue crítico por lo que pedimos el arroz frito.
En cuanto al ambiente está bien, aunque sentimos en el tercer piso, la concentración de los olores de la cocina y en algunos puntos, concentración masiva de meseros a la espera y bastante ruido pues el lugar alberga demasiada gente.
P.F Chang's le da un aire nuevo a la comida china tipo americana en Colombia y será competencia indirecta de wok y superior al nuevo y comentado recientemente en la guillotina Taichi cooking en lograr mejores sabores.
Advertencia: aunque sea casual, hay que ir con buen dinero!!!

Actualización agosto 2013: Volvimos a una hora más tardía tipo 3 de la tarde y solo esperamos 20 minutos en el lobby. Básicamente pedimos 3 platos una carne, un pollo agridulce y unos fideos con camarones y pollo. Los platos llegaron relativamente rápido y la mesera muy atenta como la ocasión anterior, nos explicó el tema de las salsas. Me gustó mucho la salsa del pollo, un buen equilibrio. Esta vez si reclamamos las porciones de arroz blanco que acompañan los platos. Noté una saturación que se sumó con mis recuerdos de la vez anterior; la mayoría de los platos van muy cargados de salsa soya y se hacen demasiado salados en algún punto. El postre super rico (cheesecake de arequipe) Los postres definitivamente son para compartir por el tamaño. Un problema grave es la acústica en el segundo piso, el ruido es enloquecedor, se escucha como el ruido en la cafetería de un colegio y la música ni se escucha por la misma cantidad de ruido....no es un ambiente relajado. Sigo creyendo que los precios están un poco elevados para el concepto informal del sitio.

Actualización marzo 2015: Un nuevo local ubicado en la cr. 19 con calle 125. Viernes 1:30 P.M sitio casi lleno. Pedimos dos fuertes para entre tres; uno de láminas de res ultradelgadas pasadas por maicena con salsa de naranja y un pollo cantonés apanado; de entrada, unas tostaditas de atún crudo. Los sabores agradables y especiales. El problema, el tamaño de las porciones, quedamos con hambre y la cuenta con tres bebidas que incluían un agua, una limonada y una cerveza nacional sumó $110.000. Si van a cobrar más de $30.000 por un pollo, que sea por lo menos generoso. Me parece que para el concepto de restaurante semi informal, los precios están desfasados. El otro punto en contra, el ruido excesivo que se percibe de todas las mesas mezclado con la música que proviene de un parlante en el techo, da la sensación de estar en una cafetería masiva y está lejos de ser un ambiente relajado. Creo que Wok sigue siendo más competitivo. Para destacar el mesero, muy bien entrenado.

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