jueves, 15 de agosto de 2013

La Piola

Estilo: Italiano (ya no existe)
Sabor: 7
Servicio: 8
Ambiente: 7
Precios fuertes: $20.000 - $30.000
Dirección: Cll. 93 # 11A - 11

Después de una tremenda publicidad que tuvo este lugar, con página completa en el Tiempo, queda uno con las ganas de probar la comida de este sitio. En especial, la pizza, la cual se supone es el fuerte del lugar. El local queda media cuadra al sur de galería Cafe libro de la 93. El negocio está operando desde finales del año pasado como parte de una franquicia internacional. Hay que decir que el local está adecuado al estilo americano; no se refleja nada italiano. Uno entra y hay una larga fila de mesas contra la pared en un corredor profundo. La cocina está casi a la entrada y se alcanza a vislumbrar un horno tipo de barro, aunque sus paredes se ven como si fueran de mentiras (parece un horno de juguete). Algo que nos preocupó desde el principio fue la carencia de cualquier olor a comida en el lugar, a pesar de estar sentados cerca del horno. Cuando uno va a comer pizza, uno espera que el olor inunde el local y que llegue volando hasta uno. Pues no olía absolutamente a nada. Como la especialidad son las pizzas, ordenamos una con prosciutto, queso de cabra y cebollas caramelizadas, pues nos pareció una mezcla muy atractiva. El tamaño de las pizzas es único y según ellos personal, aunque si no hay mucha hambre, se puede compartir entre dos personas. Para ser pizza personal es grande. En teoría cuentan con masa gruesa y delgada, aunque no nos preguntaron al final que masa queríamos. La pizza llegó a la mesa en un tiempo prudencial. La apariencia era un poco pálida, quizá la mezcla de ingredientes por colores no eran muy afortunados, sobre todo porque el prosciutto era pálido también y no tenía un rojo intenso como en algunas ocasiones. Era un prosciutto fresco, no curado, pero la cantidad fue generosa y estaba bien de sabor. El queso de la pizza no estiraba en absoluto y la cebolla caramelizada eran apenas unas tiritas escasas que tocaba pescar para encontrar; quizá más cebolla, le hubiera dado más sabor a la pizza y hubiera cortado mejor. La masa de la pizza tenía poco sabor y nos recordó más a estar comiendo un pan árabe en cuanto a sabor y textura. La masa no era super crujiente y no sabía a leña. La pizza era un poco seca, quizá porque el queso no tenía la suficiente humedad para poder soportar la masa con la ausencia de la clásica salsa de tomates. Después de media hora en el sitio, empezamos a notar que el sitio no tiene ambiente y que le falta algo para ser acogedor. En algunas partes del local, colgaban unos televisores que proyectaban deportes, estilo bar gringo. Aunque no probamos más platos, esperábamos mucho más de este sitio, después de la tremenda publicidad que le hicieron. En cuanto a pizzas italianas prefiero Julia en general, aunque en Julia los aderezos son super escasos y el precio demasiado alto. Quizá el mejor balance de pizzas entre calidad y precios por el momento es para Stromboli. Esta pizza, bastante floja. Por ahora, seguiré haciendo la pizza en mi casa, así no tenga horno de leña.

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