Grecia

Estilo: Griega
Sabor: 8
Ambiente: 8
Servicio: 9
Precios fuertes: $30.000 - $85.000
Dirección: Calle 118 # 5-63

Este es el último restaurante temático de Andrei en Usaquén, ya el quinto y le han funcionado bien al parecer. Este nuevo proyecto tiene una ambientación basada en colores blanco y azul, variados objetos de decoración en las paredes y techos, a veces me sienta como en un parque temático de Disney. La música acorde al lugar, los meseros bien uniformados todos con bohías y una administradora pendiente de que todo saliera bien. Presentaciones novedosas como una brocheta colgada de un garfio sobre una tabla, Grecia trata de cubrir los platos más famosos de las islas, en algún punto parecido a su otro restaurante Mediterránea. Los precios si que me parecieron algo pasados, entradas entre $20.000 y $40.000. Musaka tradicional y tilapia a $50.000, conejo y costillas de cordero de 60 para arriba y así todo por el estilo. Parece que la escala de precios ya no tiene límites y hay gente dispuesta a pagarlos. De cortesía recibimos pan pita con salsa de yogurt y eneldo y unos palitos de zanahoria y apio. Siempre las cortesías son tristes en cantidad, en términos generales en todos los restaurantes en Colombia, sin embargo le dimos la observación a la administradora que estaba pasando por las mesas y nos trajeron más pan. Probamos dos entradas, unas canastillas de masa philo con sardinas fritas y unos langostinos en una salsa especial marinera con un toque de queso feta. Ambas muy ricas, en especial los langostinos en su punto, la salsa de base muy bien lograda. Las canasticas eran tres, cada una era un bocado. Mi queja en las entradas tal vez sería el tamaño. Fuertes probamos los tradicionales gyros que viene con papas fritas y la salsa a base de yogurt. El mío en particular era de trocitos de cordero y traía cebolla y tomates cocidos. La carne estaba blanda, lo cual es un punto a favor, quizá sentí un poco fuerte el sabor del cordero, me hubiera gustado sentir un poco más marinada la carne. El giro de cerdo tenía mejor sabor. La salsa de yogurt rica. La tabla sobre la que sirven los giros es un original, ya que parece un pedazo de tronco, pero es muy pequeño y la comida termina fuera del plato. También probamos una especie de lassie griego o batido de yogurt con mango y maracuyá, el cual estaba en su punto. En algún momento entró una mujer tocando en violín una canción de Frank Sinatra. Buen detalle, aunque no tuviera que ver con música griega. En general la experiencia fue buena, los precios si me parecen algo pasados.