viernes, 24 de mayo de 2019

KO Asian Kitchen

Estilo: Asiático
Sabor: 7.5
Ambiente: 8.5
Servicio: 8
Precios fuertes: $25.000 - $40.000
Dirección: Calle 93A - 12 - 35

EL grupo restaurantero MCK llegó a Bogotá en el 2106 con la introducción de su restaurante insignia Osaka, recientemente reseñado en la guillotina. A la fecha cuentan con 4 o 5 conceptos y marcas. Su segunda exportación  Colombia es KO, un concepto informal de cocina asiática que viene a competirle directamente a restaurantes como Wok y Osaki. El local está ubicado sobre el parque de la 93 en el costado sur donde antiguamente quedaba un parqueadero descubierto y ahora han levantado una torre de oficinas muy moderna con un primer y segundo piso de restaurantes y un semi sótano de comidas rápidas. KO se encuentra en el primer piso y es un local bastante grande. Cuenta con una terraza también muy amplia. Apenas entramos, se perciben mucho los aromas a especias orientales. El lugar vive lleno ya que la gente tiene curiosidad de probar el sitio nuevo, así que generalmente hay lista de espera. Nosotros esperamos aproximadamente media hora para tener mesa y fuimos ubicados en la terraza. La carta tiene varias partes, empezando con platos para picar, ensaladas, sopas y mas adelante los fuertes. El mesero hace énfasis en que el concepto del restaurante son platos para compartir. Decidimos probar el tikka masala, el bibimbap y una sopa con wontones de pollo. Los jugos nos parecieron bien logrados con mezclas muy interesantes y balanceadas. En cuanto a los fuertes, empezando por el tikka masala , es una versión diferente a la original, ya que esta son trozos de pollo broaster con la salsa aparte, acompañados con arroz, pan naan con mantequilla y pepino con yogur. No me gustó mucho la presentación del pollo en una bandeja de acero inoxidable y me parece que tener pan y arroz es un poco redundante en cuanto a harinas se refiere. La salsa o curry del pollo le faltaba algo para ser mas contundente y no pica supongo porque la mayoría de colombianos son flojos para el ají. La sopa era de fondo claro, tenía buen sabor, pero los wontones de pollo parecían algo artificiales en su sabor, como si fueran industriales y de textura muy compacta. Por último el bibimbap plato coreano que consiste en una cama de arroz en olla de piedra caliente y encima tiene diferentes acompañamientos de verduras, carne e incluso un huevo frito para mezclar y reventar su yema, es un plato muy divertido y vistoso pero termina volviéndose monótono y algo empalagoso, ya que al final me sobró aproximadamente el 30% del arroz mezclado con una pasta de curry rojo, así que sirvan menos arroz. Otro punto a mejorar sería cambiar el corte de carne ya que son trocitos de algún corte de res ablandado a la fuerza, lo cual se nota en su textura al masticarla, quedaría mejor un lomo de res, ya que es una porción de carne pequeña y el precio del plato está alrededor de los 35 mil. Al final podría ser un plato más balanceado. Los meseros se notaban algo agitados, ya que el sitio mantiene se mantiene a tope. Los precios son del orden de Osaki y un 10% más costoso que  Wok aproximadamente. El ambiente me parece más agradable adentro por la decoración y el mobiliario, sin embargo es bastante ruidoso. En general me parece interesante que lleguen nuevas propuestas y amplíen el abanico de opciones en la ciudad. La comida no está mal pero tampoco enamora.

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